Están locos estos romanos

Cien razones para amarte XXXI

Esta es la trigésimo primera entrega de la serie de artículos CIEN RAZONES PARA AMARTE sobre Alcalá de Henares con que nos deleita nuestro colaborador Antonio Lera sobre las cien razones que le han llevado a amar esta ciudad.

“Estamos en el año 19 d.C. Toda Hispania está ocupada por los romanos. ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles carpetanos resiste todavía y siempre al invasor…” Hubiese estado bien, ¿verdad?, no sé, qué en lugar de una poción mágica, como a Asterix y Obelix, un buen plato de cocido o un trago de anís del mono les hubiera dado una fuerza sobrenatural que les hiciese invencibles. Igual ahora en lugar de en Alcalá o Complutum estaríamos en Carpetania de Henares. Pero no fue así, y los romanos, como más tarde los visigodos, y más tarde aún los árabes y después los cristianos con la reconquista, se hicieron los dueños del cotarro y tomaron la sabia decisión de fundar, primero sobre un anterior emplazamiento en el cerro del Viso ocupado por los carpetanos y luego en el valle junto al río Henares, la ciudad de Complutum. Y el resto es Historia, de la de pico, pala, regletas y jalones.

¿Hubiese estado bien? Quien puede saberlo. Somos lo que somos y estamos donde estamos porque la Historia nos ha traído hasta aquí, y especular sobre que habría pasado si Marco Antonio no se hubiese enamorado de la nariz de Cleopatra o sobre si una tormenta no hubiera impedido que la Armada Invencible conquistara Inglaterra no sirve para nada. Yo creo que más o menos estaríamos en el mismo lugar, que al final los detalles o las derrotas o victorias puntuales no varían el devenir general de la Historia. Pero claro, yo soy, o mejor dicho lo fui ya hace más de 20 años, lo que viene a llamarse un historiador cínico, de los que creen que como hobby no está mal, pero que al final la Historia sólo sirve para separarnos y acrecentar odios que ya no deberían tener ningún sentido, para ser manipulada y utilizada con la intención de enfrentarnos y salvaguardar intereses particulares. ¿Quién coño elige que fecha es la correcta para decidir cuando las fronteras y la identidad de una nación son las que deben determinar su presente y su futuro? Parece ser que los políticos. Los historiadores no, desde luego. Es lo malo de las ciencias sociales, que dos más dos casi nunca son cuatro

Lo que es indiscutible es que somos todos romanos. Al menos nuestra herencia cultural y mental lo es en gran medida. No me voy a poner ahora a enumerar la lista de todo lo que nos han legado porque sería interminable. Eso sí, con un pellizquito de unos, una cucharadita de otros, condimentado con algo de aquellos y sazonado con un poco de estos. Que para eso por aquí ha pasado todo Dios, y no precisamente para tomar el sol en la playa y atiborrarse de paella y sangría. No ha habido prácticamente ejército, horda, turba o cuadrilla de bandidos que no haya tratado de invadir y conquistar la Península Ibérica. Hasta tal punto que si los extraterrestres vinieran a la tierra no irían lo primero a devastar la Casa Blanca y el Capitolio como siempre pasa en las películas americanas. Antes vendrían aquí, y destruirían, si lo que quieren es joder de verdad, el Santiago Bernabéu y los estudios de Telecinco o, si por el contrario lo que quieren es ayudar, el Congreso de los Diputados y la Asamblea Regional de Madrid. Por mí, rojiblanco antitelebasura tirando un pelín a anarquista, que se carguen los cuatro, yo tan feliz. Eso sí, sin gente dentro, no vaya a ser que venga ahora un fiscal y me acuse de enaltecer el terrorismo intergaláctico.

criptoportico

Y todo esto viene a que en Alcalá de Henares contamos con los mejores restos arqueológicos de época romana de la región. Que no lo digo yo, que lo dice Telemadrid. Como para no enterarme, me echaba humo el móvil con la batería de mensajes que me llegaron anunciando el feliz acontecimiento. Amargamente feliz, pues parece ser que hasta que Complutum no fue protagonista de un programa en la televisión territorial casi nadie tenía conocimiento de su existencia ni de los tesoros que se escondían bajo el ineludible velo secular de su estratigrafía. Ahí es nada, toda una ciudad del siglo I d.C. escondida bajo los actuales barrios del Pilar, Reyes Católicos y Puerta de Madrid. Excavada desde 1986 y declarada Bien de interés Cultural de la Comunidad de Madrid en 1992 por aquellos mis años universitarios, beatus ille, algunos de mis compañeros del departamento de Historia Antigua tuvieron la oportunidad de participar en sus excavaciones. Albañiles ilustrados y ladrones de tumbas despectivamente les llamaba, desde la petulante creencia de que la verdadera Historia solo podía encontrarse entre legajos, manuscritos, libros y demás soportes de la palabra escrita. Restregarles que con sus descubrimientos a lo más que podían llegar era a especulaciones era solo una forma de camuflar la envidia que sentía por ser un ratón de archivo y biblioteca que veía como los chicos guay jugaban a ser Indiana Jones

Y ahora, qué vergüenza, ha llegado el momento de sincerarme. Nunca he visitado Complutum. No sabría bien decir porqué. Tal vez el recuerdo de un sol criminal en pleno mes de agosto abrasando durante ocho horas mi por entonces aun poblada cabeza en una por otro lado fascinante visita a Pompeya, o el de una casi agónica excursión a las ruinas de Itálica en Sevilla, más breve en duración que la pompeyana pero no menos extenuante en calor estival, agravada además por la dificultad, no os lo vais a creer, para encontrar un bar donde aplacar nuestra sed aunque fuera con una Cruzcampo, hayan hecho mella en mi subconsciente para evitar encontrar el momento adecuado para corregir este error imperdonable. No es excusa, sé que no merezco indulgencia. Y prometo ponerle remedio. Porque si conocer Complutum sólo por libros, visitas al Museo Arqueológico Regional y reportajes telemadrileños ya es una razón más para amar Alcalá de Henares, recorrer sus ruinas llenas de memoria, de pasado y de Historia será motivo más que suficiente para convertir ese amor en idolatría. Res non verba, por Júpiter.

La irrigación

La sanidad

La enseñanza

Y el vino

Si, eso si que lo vamos a echar de menos si se van los romanos Reg

Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?

La vida de Brian, 1979. Monty Python


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